miércoles, 24 de diciembre de 2014

Y Hernán Peláez se despidió con lágrimas

Conmovedora despedida pasada por lágrimas del maestro Hernán Peláez Restrepo, alma y nervio de 'La Luciérnaga' desde sus inicios. Foto: Caracol Radio 
Ricardo Rondón Ch.

Afuera de la sede de Caracol Radio, en la calle 67 con carrera 7°, en Bogotá, decenas de taxistas, oficinistas y admiradores pitaban sus automóviles y lanzaban vítores de agradecimiento:

-¡Gracias, doctor Peláez!

-¡No te vayas, Peláez!

-¡Lo extrañaremos mucho, don Hernán!

A las 6:40 de la tarde la cabina mayor de la estación radial estaba al tope con los integrantes del equipo de 'La Luciérnaga': Claudia Morales, Alexandra Montoya, Óscar Monsalve ‘Risa Loca’, Nelson Polanía ‘Polilla’, Pedro González ‘Don Jediondo’, los muchachos del grupo ‘Revolcón’, entre otros.

Había tensión: esa sinergia de las despedidas, de los adioses duros que provocan nudos difíciles de desatar en la garganta, derrotes del corazón, lágrimas a punto de estallar.

A esa hora, 6:40 pm. del 23 de diciembre de 2014, ya en las postrimerías del programa,  el capitán a bordo de ese barco ebrio de magia, humor, sabiduría y repentismo llamado ‘La Luciérnaga’, con una bitácora de navegación de 22 años como el de mayor audiencia en la historia de la radiodifusión colombiana, tomó la palabra para despedirse.

Hernán Peláez en su última emisión de 'La Luciérnaga', al lado de Claudia Morales. Foto: Caracol Radio
El discurso de Hernán Peláez Restrepo fue breve, conciso, como son habituales sus disertaciones, sin retóricas ni prosopopeyas; más con un dejo de gratitud y de generosidad con sus compañeros a través de tantos años de bregas y satisfacciones, pero sobre todo por el respeto y el agradecimiento con el oyente.

“Como hombre de fútbol, siempre creo en el sentido de equipo. Y eso lo conseguí con el tiempo en ‘La Luciérnaga’. El equipo tenía una idea clara: lograr una sintonía inmensa que los propios oyentes fueron construyendo en toda la geografía colombiana”, apuntó.

A esa hora del partido, todos expectantes en cabina y fuera de ella, corrieron las primeras lágrimas por las mejillas de Claudia Morales y Alexandra Montoya, la más antigua del exitoso espacio.

Peláez hizo énfasis en la valiosa ayuda de quienes lo rodearon ante micrófonos en Bogotá y en otros puntos del país. Destacó la labor del escritor vallecaucano Gustavo Álvarez Gardeazábal desde Cali, y del periodista antioqueño Pascual Gaviria, quien opera desde Medellín. Lo mismo hizo con el personal que respalda el curso y la producción de ‘La Luciérnaga’, desde su libretista, Jairo Chaparro, pasando por técnicos, asistentes y operadores.

Luego recalcó en la importancia del oyente, y a esa gran audiencia fiel que lo ha sintonizado a diario, a los empleados, a los desempleados, a los enfermos en clínicas y hospitales, a los internos de las cárceles, a los secuestrados en selvas y montañas, a los policías y soldados, a los taxistas, a los tenderos, a las amas de casa, a los panaderos, a los agricultores, a los ornamentadores, a los zapateros, etc., etc., expresó su agradecimiento por “la compañía, la amabilidad y la comprensión para entender este programa”.

Y añadió: “No hace falta quién se va, sino quién vendrá. Por eso ‘La Luciérnaga’ continuará”, anunciando que a partir del 13 de enero estará orientada por Gustavo Gómez.

Hernán Peláez, el perfil de un profesional que hizo agradables las tardes de la radio a través de 'La Luciérnaga'. Foto: Caracol Radio 
Luego vino una pausa, y otras palabras entrecortadas que se fueron empantanando con sus propias lágrimas: “He disfrutado viviendo con pasión y entrega ‘La Luciérnaga’. Muchas gracias…”.

Para apaciguar la conmoción interior y colectiva dio orden al control para un corte de comerciales, y luego retomó el minuto de cierre con el musicólogo, compositor y comentarista barranquillero Ley Martin, quien le hizo un homenaje con uno de los artistas preferidos de Peláez, Bienvenido Granda, de tantos que han desfilado por la banda sonora de ‘La Luciérnaga’, abonada en la amplia cultura musical del mejor comentarista deportivo de Colombia.

Hernán Peláez con Alexandra Montoya, una de las profesionales más antiguas del equipo de 'La Luciérnaga'. Foto: Caracol Radio
La despedida virtual a Hernán Peláez fue tendencia mundial en redes sociales con el hastag #GraciasPelaez, que repercutió en más de 30.000 trinos, amén de cientos mensajes en Facebook y en otros vectores cibernéticos, y decenas de fotografías en Instagram, reproducidas de la página web de Caracol Radio.

De salida y acompañado de doña Beatriz, su señora esposa, y de varios de sus compañeros de equipo, Hernán Peláez Restrepo saludó a sus simpatizantes agolpados en los alrededores del moderno edificio de Caracol Radio, en medio de los cisnes y la fuente de agua iluminada con los destellos de la navidad.

La nostalgia cundió entre propios y extraños. Desde los tiempos de Fernando González Pacheco, nunca se había sentido un apego tan profundo y familiar por un personaje mediático, dueño de una personalidad singular y afectiva con el que todos nos identificamos: Hernán Peláez Restrepo, sabio, sencillo y cercano a los ideales de sus oyentes, hasta el 23 de diciembre de 2014, capitán al mando de ‘La Luciérnaga’, “esa extraña mezcla de realidad y ficción” que tanto disfrutamos.

#GraciasPelaez  

Vea Hernán Peláez o la parábola del buen vecino: http://bit.ly/1HAzCQc

Vea Carta de despedida de Gardeazábal a Peláez en ADN: http://bit.ly/1GWUW46

Audio despedida de Hernán Peláez, Caracol Radio: http://bit.ly/1zSjWpV
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