martes, 24 de mayo de 2016

Carta a un niño lector

Aportes de los clientes BBVA hacen posible que niños como este gocen del privilegio de la educación y la lectura, en las regiones más apartadas del país. Foto: La Pluma & La Herida
Hola, aunque no hemos tenido el gusto de conocernos y no sabemos nada el uno del otro, yo creo que lo que nos une a partir de este momento puede ser mayor a una amistad o un reconocimiento de nuestros rostros, pues de ahora en adelante lo que nos va a unir de por vida son los libros que contienen esta caja que acabas de abrir.

Te cuento que al igual que miles de colombianos he realizado una donación en dinero en efectivo para que te pudiera llegar a tu escuela esta biblioteca que contiene todo un universo de conocimientos, diversión, aventuras y sobre todo la posibilidad que a través de sus páginas puedas volar y descubrir nuevos mundos y nuevas maneras de ver tu propia vida.

No sé si el tiempo nos dé la posibilidad de poder encontrarnos algún día cara a cara, pero de no ser así ten la seguridad que en donde yo esté siempre estaré pensando en quién será el niño o la niña, el joven o quizá otro adulto como yo el que algún día abra uno de estos libros y sin saber quién fue el desconocido que hizo posible que llegara a sus manos, simplemente aborde en sus líneas el vuelo de las palabras y podamos encontrarnos en ese viaje que solo la lectura nos permite hacer.

Cordialmente,
Un amigo

Clasificación de las bibliotecas públicas, cada una de cien libros, de las 2.000 que anuncia entregará MinEducación a lo largo y ancho del país. Foto: La Pluma & La Herida
Un verdadero amigo, un colombiano de bien que piensa en el futuro de sus hijos y en los de sus compatriotas, y que es consciente de que los únicos caminos que conducen a una paz legítima y duradera son los de la educación, la cultura y el conocimiento, es el que con un aporte desde un cajero automático, por mínimo que sea, contribuye a generar bibliotecas a lo largo y ancho del país, en las regiones más apartadas de Colombia y en los territorios vulnerados por el desamparo y la violencia.

Gracias a este convenio fortalecido desde 2013 por el BBVA y su dirección de Responsabilidad Corporativa, el Ministerio de Educación y Fundalectura, más de 850.000 estudiantes de 1.500 instituciones educativas serán beneficiados con las 2.000 bibliotecas que en los próximos días serán entregadas en toda Colombia, gracias a las donaciones de los clientes del BBVA a través de sus cajeros automáticos.

Para Mauricio Flores Marín, ejecutivo de la mencionada entidad bancaria, esta fructífera alianza entre las tres entidades para dotar de libros, tanto académicos como literarios, lúdicas y entretenimiento aplicados a la pedagogía, no hubiera sido posible sin la confiabilidad y la participación espontánea de los miles de clientes que se han vinculado de manera copiosa con sus aportes para que muchos niños colombianos puedan acceder a la lectura.

La sólida y fructífera alianza del BBVA, el Ministerio de Educación y Fundalectura, en pro de las bibliotecas a instituciones educativas. Foto: La Pluma & La Herida 
Flores Marín hace mención de una reconfortante cifra de 100.000 clientes que mensualmente aportan  por lo menos $1.000 en cada operación, para un promedio de recaudo de $120 millones mensuales, sin ningún costo en su operación transaccional.

Por su parte, Paola Muñoz, jefe de la oficina de Asuntos Internacionales del Ministerio de Educación, anunció su compromiso de entregar 2.000 colecciones repartidas en diferentes departamentos, de las que se beneficiarán 850.000 niños y niñas  de colegios públicos, quienes tendrán al alcance de sus manos una biblioteca compuesta por cien libros.

Dichas bibliotecas y su clasificación en volúmenes están en manos de Diana Carolina Rey, directora de Fundalectura, tras un proceso técnico de selección por áreas y temas a saber: seis libros de referencia (tres atlas temáticos) y tres libros ilustrativos (diccionarios multilingüe, enciclopédico y temático). Una colección de literatura de cuarenta y dos títulos en siete géneros (álbum, historieta, cuento, novela, teatro, poesía, mito y leyenda). Y, finalmente, una colección de libros de información (que apoyan las ocho áreas obligatorias del currículo), de 52 títulos.

Para destacar el entusiasmo de selección y empaque de los funcionarios del Ministerio de Educación y Fundalectura en las bodegas del Centro Empresarial de Normandía, al occidente de Bogotá. Son pujantes y reveladoras ‘fábricas de bibliotecas’, que una vez listas para sus respectivos envíos, tomarán rutas por tierra, aire y agua para llegar a las poblaciones más remotas del territorio nacional.

Una de las operarias de las 'fábricas de bibliotecas' en el Centro Empresarial Normandía. Foto: La Pluma & La Herida
BBVA, que es reconocido como el banco de la educación en Colombia, además de esta iniciativa también desarrolla desde hace tres años el Premio Nacional al Docente, que por estas fechas tiene abiertas las inscripciones para que maestros y pedagogos de todo el país presenten sus mejores experiencias en materia de promoción de lectura y escritura.
Sin contar todos sus proyectos de becas para niñas y niños, de educación técnica y superior para jóvenes en situación de vulnerabilidad, y su programa Escuela para el Emprendimiento, que hoy llega a más de 50.000 estudiantes de secundaria de ocho departamentos, en todo el país.

Un afortunado recaudo próximo a redondear los $4.000 mil millones en donaciones de clientes BBVA, da cuenta del interés que asumen los colombianos de bien por promover la educación y la lectura en la población infantil y juvenil, y desde luego en los adultos, porque el saber y el conocimiento, más que un privilegio, es una necesidad apremiante en aras de una Colombia inteligente, tolerante y progresista.

María Patricia Ochoa y María Andrea Rodríguez, docentes del municipio de Zipaquirá (Cundinamarca), celebran el anuncio de las bibliotecas. Foto La Pluma & La Herida  
De estas iniciativas en marcha dieron fe representantes en materia de educación como María Andrea Rodríguez y María Patricia Ochoa: la primera, líder de calidad educativa del municipio de Zipaquirá (Cundinamarca). La segunda, rectora de la Institución Educativa Municipal Rural Río Frío, que en esa comarca cundinamarquesa agrupa alrededor de una docena de colegios públicos en el casco urbano y en veredas aledañas.

Ambas coincidieron en que no hay otra manera de salir de la oscuridad en la que por años ha vivido gran parte del país, con sus nefastas consecuencias de violencia, horror, ignorancia y pobreza, que a través de los libros. Y que es en la infancia y en la adolescencia donde hay que incentivar el hábito por la lectura. Una semilla que se debe sembrar con amor y dedicación en el seno familiar.

BBVA Responsabilidad Corporativa Colombia: http://bit.ly/1nENd48

Página oficial de Fundaectura: http://www.fundalectura.org/
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