lunes, 16 de abril de 2018

Bienvenida Argentina, saque de honor en la Filbo 2018

Fútbol y literatura, los platos fuertes de la Filbo 2018, con Argentina, país invitado de honor, de la mano del historiador, y laureado guionista y novelista, Eduardo Sacheri. Foto: Filbo 2018 
Ricardo Rondón Ch.

El arrabal es el reflejo de nuestro tedio. / Mis pasos claudicaron cuando iban a pisar el horizonte / y quedé entre las casas cuadriculadas en manzanas / diferentes e iguales / como si fueran todas ellas monótonos recuerdos repetidos / de una sola manzana. / El pastito precario, desesperadamente esperanzado, / suplicaba las piedras de la calle / y divisé en la hondura los naipes de colores del poniente / y sentí Buenos Aires. / Esta ciudad que yo creí mi pasado es mi porvenir, / mi presente, los años que he vivido en Europa / son ilusorios, / yo estaba siempre (y estaré) en Buenos Aires.

Como una suerte de pasegol del sabio Borges en estos versos de Arrabal de su Fervor de Buenos Aires al Embajador de Argentina en Colombia, señor Marcelo Stubrin, el diplomático pone el balón en el círculo de mitad de cancha para hacer el saque de honor como país invitado a la 31° edición de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, que este año, en el recinto de Corferias, disfrutaremos entre el 17 de abril y el 2 de mayo.

Pluma y trazo: homenaje al querido y recordado Roberto Fontanarrosa con una exposición de sus historietas y cómics. Foto: Filbo 2018
Y siente el gusto de mentarlo y explicarlo con inevitable rumor de melancolía, como él mismo se lo adjudica por su alma porteña, porque esos son los argentinos en su autenticidad, complejidad y añoranza, y hasta en los mitos que llevan a cuestas, entre la sátira y el goce, la proximidad y la diáspora, porque siempre habrá un argentino de un rincón del mundo que te cite un verso de Borges, alguien que te ponga piedrecitas con la Rayuela de Cortázar, que te recuerde un aforismo de Macedonio Fernández; un párrafo de Adolfo Bioy Casares; que te tarareé como un arrullo los tangos de Gardel y Lepera, de Cadícamo y de Santos Discépolo; y que te enrostre que sin Menotti, Bilardo, Kempes, Simeone, Batistuta, Maradona y Messi, el fútbol que se inventaron los flemáticos ingleses sería una actividad desabrida y sin gracia.

Entonces algún rosarista de Teusaquillo, encabritado de polémica, refutaría que si el legado del filósofo Menotti se aplicara a la fecha, la selección argentina no tendría tantos tropiezos por los egos de sus jugadores empachados de euros en los glamurosos clubes europeos, y fluiría con los compases certeros de la mejor orquesta de tango; y un paisa de Aranjuez tocado por la fiebre de los niquelados alegaría que en ninguna otra parte del mundo, ni en Caminito, Corrientes y Santa Fe se baila mejor el tango como en la Casa Gardeliana, o en los antros de rufianes, lustrabotas y damiselas de los escasos cafetines que sobreviven en el Guayaquil de Manuel Mejía Vallejo, donde se masculla un lunfardo entre dientes  y el sos y el vos de la gauchería se mezclan con el andate pues, y el yo a vos te he visto en alguna parte…, de la montañerada.

Su majestad el tango tendrá el espacio que se merece en el Pabellón de Argentina, con orquesta, baile y voces autorizadas como la de la experta Irene Amuchástegui. Foto: Filbo 2018  
Desde 1994, quienes por años contamos ansiosos  los días cercanos a abril -con sus aguas mil- para que se abran las puertas de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, estirábamos el caucho de la esperanza en aras de que la Cámara Colombiana del Libro y los organizadores del certamen editorial, le volvieran a hacer un guiño a Argentina como país invitado. Y enhorabuena que este año el anhelo se cristalizó con creces.

Nadie más entusiasta que el mismo embajador Stubrin, con su agregada cultural Jéssica Díaz, al tanto de los preparativos y pormenores de la gran fiesta editorial capitalina (el evento que más público acoge en la programación anual de Corferias), en lo que corresponde al Pabellón de Argentina y de su nutrida nómina de invitados: autores de ayer y de hoy, ilustradores, caricaturistas, científicos, músicos, editores, impresores, empresarios de la industria editorial, gastrónomos, expertos en fútbol, y una orquesta de tango con su revista de baile, que tarde a tarde hará las delicias del público.

Una mirada a Borges con la lente oficial de los escritores: Daniel Mordzinski. Foto: Filbo 2018 
Hablar del mercado del libro en Argentina, particularmente en Buenos Aires y de su icónica feria, es remitirse a la cantidad de librerías (1.190 tradicionales) que abundan por doquier y a cualquier hora del día y de la noche en su capital, como El Ateneo Gran Splendid (próxima a cumplir 100 años, de obligada visita para extranjeros, registrada por The Guardian como la segunda librería más bella del mundo), el envidiable índice de lecturabilidad de su población; los récords de producción literaria, como los 53 millones de libros -¡cifra astronómica!- que se imprimieron en 2017, y las casi 3.000 novelas que se publicaron, sin descontar los 2.200 puntos de venta entre quioscos, supermercados y otras estrategias de distribución, que agregado a la permanente actividad teatral, musical, dancística, gastronómica y de galerías, hacen de Buenos Aires una de las capitales más cultas, acogedoras y visitadas del planeta.

Acorde con la consigna de la feria para este año, Siente las ideas, y a partir del cuadre de caja con las emociones: el amor, el placer, la alegría, pero también el odio, el rencor, el vacío, la frustración, Argentina sale a la cancha de la Filbo 2018 con una delegación de lujo de treinta y dos autores, treinta artistas de distintas disciplinas, y un número similar de editores y distribuidores, quienes intervendrán en más de sesenta actividades culturales y académicas, y serán el centro de atracción en los 3.000 metros cuadrados que comprende el gran pabellón del país austral, que incluye un auditorio con capacidad para 100 personas, un domo multifuncional para clases de tango, una cancha de fútbol para divertimento de grandes y chicos, un centro de información turística, una confortable área de vinos y gastronomía y, por supuesto, una librería, ni más faltaba.

María Teresa Andruetto, escritora, poeta ensayista, recordada por 'Lengua madre', su bella novela, homenaje a la lectura. Foto: Filbo 218
El varias veces galardonado historiador, guionista y novelista Eduardo Sacheri (primero con el Óscar por El secreto de sus ojos -2010-, inspirada en su novela La pregunta de sus ojos; y seis años más tarde -2016-, ganador del Premio Alfaguara de Novela  por La noche de la Usina), además de columnista de la emblemática y tristemente desaparecida revista El Gráfico, lleva en la camiseta el 10 de esta selección de escritores y creadores que a lo largo de la feria estarán disertando alrededor de fútbol, de tango, de Borges, Cortázar, Bioy Casares, Pizarnik, Silvina Ocampo, de un sinnúmero de plumas que le han dado lustre a la narrativa de su país.

Y con Sacheri, María Teresa Andruetto, el gran Alberto Manguel (por años presidente del Premio Hispanoamericano de Novela Gabriel García Márquez), María Sonia Cristoff, Andrés Neuman, Pablo de Santis, Mario Libertella, Laura Di Marco, Diego Andrés Golombek (biólogo y divulgador científico), Pablo Bernasconi, María Verónica Ramírez, Leopoldo Brizuela, la destacada dramaturga Claudia Piñeiro, la experta y columnista de tango Irene Amuchástegui, el fotógrafo de cabecera de los escritores Daniel Mordzinski, la referente gastronómica Narda Lepes, el polémico periodista Jorge Lanata, fundador y director del periódico Página 12; y humoristas gráficos como Liniers y Chanti, entre otros.

Narda Lepes, presentadora de televisión y catedrática en gastronomía, hará las delicias del respetable con los manjares de la cocina del país austral. Foto: Filbo 2018
También para destacar el homenaje a Roberto El Negro Fontanarrosa, uno de los creativos más queridos y admirados en Latinoamérica y España, quien con su pluma y su trazo le espantó el tedio y le hizo creer en la salvedad del arte, desde la sorna y la crítica, a varias generaciones. Del recordado rosarista se presentará en el Pabellón de Argentina una muestra de sus comics e historietas, de las más conocidas en Colombia, la de Boogie, el aceitoso.

Desde luego que el tango y su seductor baile tendrán su espacio propio en el pabellón argentino, esta vez con la Orquesta de Ariel Ardit, el revolucionario del fuelle Chango Spasiuk, y la Compañía en Movimiento de Analía González, con sus fusiones e improvisaciones de tango, candombe y jazz.

Y no podía faltar el cine, el magnífico y tantas veces laureado cine argentino, el cine de culto de los Campanella, los Puenzo, los Solanas, los Darín y la Martel, y de tantos otros y otras que engalanan la lista del mejor cine gaucho, fecundo semillero para Latinoamérica y el mundo.

El Embajador Marcelo Stubrin: saque de honor en la Filbo 2018, con Argentina, su país, como invitado de honor. Foto: MinCultura 
Tener de nuevo a Argentina jugando en la cancha de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, es un privilegio, una celebración en la hermandad y la admiración que hemos compartido de muchos años atrás, cuando Jorge Luis Borges fue invitado por Álvaro Castaño Castillo a dictar una conferencia con entrevista incluida de su esposa Gloria Valencia para la HJCK, en la que rescatarían la memoriosa frase que aparece en Ulrica, su cuento: Ser colombiano es un acto de fe.

Una fe que aún nos tiene en activo y palpitantes pese a las desgracias y a la adversidad, a los obstáculos de toda índole, para vivir y compartir acontecimientos tan gratos y estimulantes como este encuentro con la inteligencia y la camaradería que nos brindan los autores, sus obras, la conversación con ellos alrededor de una copa de vino o de un café; y el máximo deleite que representa entregarnos a su mar de páginas, a esa bitácora del misterio, el descubrimiento, la sorpresa y la sensibilidad que ofrece la lectura y el milagro de la creación de todos los universos posibles.

Familiar en Colombia el maestro Alberto Manguel, presente en la programación cultural y académica de Argentina. Foto: Filbo 2018
A Argentina se le ha cantado en muchas lenguas, estrofas y partituras, y cualquiera que pinte canas llevará en su memoria el eco del llanto trémulo de Paloma San Basilio, en Evita, la ópera; o el Fervor de Buenos Aires en los hermosos versos de Borges; y quien no, en noches de bohemia y arrabal, el Mi Buenos Aires querido en la voz de Gardel, que jamás de apaga, con los arpegios de la invencible guitarra de Lopera.

Bienvenida la aurora de plata, como la citó Rubén Darío:

(…) ¡Argentina!, ¡Argentina!, ¡Argentina! / sobre el cósmico portento de obra y pensamiento / que arde en las políglotas muchedumbres; / sobre el construir, sobre el bregar, sobre el soñar, / sobre la blanca sierra, / sobre la tierra, sobre la vasta mar…

Recomendado: Entre la épica y la lírica: grandes jugadas del fútbol. Conversatorio con Eduardo Sacheri, Alberto Salcedo Ramos y Sergio Ocampo Madrid. Miércoles 18 de abril. Salón A de Corferias. Hora: 6:00 p.m.

Prográmese en la Filbo 2018: www.feriadellibro.com
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